Ginebra, 6 jul (Prensa Latina) La Organización Mundial de la Salud (OMS) lamentó los 45 millones de menores de cinco años en 2021 con emaciación, forma más aguda de desnutrición, que aumenta el riesgo mortal hasta 12 veces.
Luego de circularse el último informe sobre el estado de la seguridad alimentaria a nivel global, la entidad señaló además que 149 millones de pequeños entre esa edad tenían retraso en el crecimiento y el desarrollo.
Esto –argumentó el texto- debido a la falta crónica de nutrientes esenciales en sus dietas, mientras que 39 millones tenían sobrepeso.
Destacó, en cambio, el logro de avances en la lactancia materna exclusiva, con casi el 44 por ciento de los bebés menores de seis meses alimentados solo con leche materna en 2020.
Ello –acotó- todavía está por debajo del objetivo del 50 por ciento para 2030 y calificó de muy preocupante que dos de cada tres niños no reciban la alimentación adecuada (la dieta mínima diversa que necesitan para crecer y desarrollarse a su máximo potencial).
El documento citado por la OMS refirió el retroceso en los esfuerzos por eliminar el hambre y la malnutrición, cuando –enfatizó- las cifras de hambre aumentaron hasta 828 millones, 46 más que en el periodo precedente.
Después de permanecer relativamente sin cambios desde 2015, la proporción de personas afectadas por carencia de alimentos saltó en 2020 y siguió aumentando en 2021, hasta el 9,8 por ciento de los habitantes del planeta, incluyó el texto.
Esto se compara con el ocho por ciento en 2019 y el 9,3 por ciento en 2020, abundó, e ilustró además que alrededor de dos mil 300 millones (29,3 por ciento) padecían inseguridad alimentaria moderada o grave en 2021, lo cual significa 350 millones más en comparación con la etapa anterior al estallido de la Covid-19.
Casi 924 millones de personas (11,7 por ciento del total global) enfrentaron inseguridad alimentaria en niveles severos, un incremento de 207 millones en dos años, remarcó.
Casi tres mil 100 millones –agregó- no pudieron permitirse una dieta saludable en 2020, 112 millones por arriba de los del 2019, lo cual refleja los efectos de la inflación en los precios de los alimentos al consumidor derivados de los impactos económicos de la pandemia y las medidas implementadas para contenerla.
De cara al futuro, las proyecciones indican que casi 670 millones de personas (el ocho por ciento de la población internacional) seguirán pasando hambre en 2030, incluso si se considera una recuperación económica mundial.
El informe fue elaborado de manera conjunta por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la OMS, entre otras importantes entidades.