Franklin Almeyda Rancier
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Como nunca, se percibe una paralización económica en las calles y más “tapones” vehiculares que nunca. Todo luce confuso, poco dinero, a pesar de que se pagó la regalía. Alguien dijo, y parecía lógico, que la regalía se utilizó para abonar a las deudas. Un motoconchista se quejaba en un programa de noticias, y otro decía algo similar en las redes sociales, de que la gente espera los pagos faltantes ¿lo sabe Abinader?
Estuve en el supermercado para comprar unas pocas mercancías de las que utilizo para meterme en la cocina los fines de semanas y hacer uno que otro plato, para ayudar a Fifa, mi esposa. Desde mi hogar al supermercado me tomó hora y cuarenta y cinco minutos; regularmente no excede los 20 minutos. El “tapón” me hizo suponer que el supermercado iba a estar lleno: no fue así. Pocas personas, pude comprar berros, berenjenas, frutas, algún corte de carne y pastas. Había tan poca gente que me invitaban a pagar a varias cajeras al mismo tiempo.
Interesado en los efectos de la economía sobre la política, o viceversa, reflexioné buscando explicación, y la única que luce lógica es la que también decía un motoconchista en aquel programa de noticias, o sea, que no había dinero en las calles porque la gente pagó deudas con su regalía y no alcanzó para más.
Iniciándose diciembre el gobierno anunció que pondría en circulación 27 mil millones de pesos; solo que lo hace en diferentes partidas y en medio de una inflación no controlada. Leonel anunciaba los pagos en noviembre e iniciándose diciembre los pagos se hacían cercanos y sucesivos. Eso tiene una lógica, la gente sale a comprar y el que vende, previamente preparado, dispone de la mercancía según la fecha (navidad, año nuevo y reyes).
Si el gobierno tiene mucho dinero por los préstamos y por los 300 millones de dólares que le adelantó Aerodom ¿por qué no ejecutó? Evidente incapacidad gerencial. Agréguele la torpe celebración de este gobierno ante el incremento de las remesas de enero-noviembre, cuando debió preguntarse ¿por qué ese incremento? La respuesta es que los más de dos millones de dominicanos en el exterior se quitan un pan de dos, para mandárselo a sus familias en el país porque “se están comiendo un cable”.
Abinader repite el desastre económico que 20 años atrás dejó su compañero de partido Hipólito Mejía, cuando fue presidente 2000-2004. Éste dejó la tasa del dólar en US$1xRD$60, y así se anuncia en el presupuesto para 2024. Esa tasa ayudará a los que tienen negocios de turismo, que son pagados en dólares, pero a los que importan y pagan con dólares tendrán que buscar más pesos y venderán más caro para recuperar, provocándose mayor inflación.
Como si lo explicado fuera poco, ahora se incrementa un ambiente estresante de violencia, aplicándose el código policial 29, invocado por el mismo presidente Abinader, como si en el país existiera la pena de muerte, y a pesar de que violenta normas internacionales suscritas por el Estado dominicano.
En estas navidades, como es costumbre, se espera una pausa, y el despliegue policial preventivo, léase…preventivo, para bajar la violencia y el delito , creando un ambiente de celebración en familias, vecindades y amistades ¡Felicidades amigo lector!