
Por: M.A Jeffri Mateo Alcántara
Cuando las pugnas internas pesan más que los intereses del país
Es lamentable que algunos miembros del Partido Revolucionario Moderno (PRM) se presten a atacar instituciones del Estado, no por convicciones legítimas, sino simplemente porque no fueron tomados en cuenta debido a su mal manejo o falta de compromiso.
La realidad es que la oposición carece de la autoridad moral para cuestionar muchas de las acciones del gobierno. Sin embargo, los verdaderos ataques provienen de nuestra propia casa, de aquellos que, movidos por intereses personales, terminan debilitando el esfuerzo colectivo.
El PRM llegó al poder gracias a la confianza del pueblo en la promesa de cambio, transparencia y buena gestión. Esa confianza no debe ser traicionada por actitudes mezquinas que solo buscan protagonismo o beneficios particulares.
En este momento histórico, más que nunca, se requiere unidad, madurez política y lealtad institucional. Los adversarios no necesitan esforzarse demasiado si somos nosotros mismos quienes, con divisiones y críticas infundadas, les allanamos el camino.
El llamado es claro y urgente: el PRM no puede darse el lujo de desgastarse en luchas internas. La unidad y la disciplina partidaria son la única garantía de continuar avanzando en la transformación que el país necesita.